Jaime Casanova terminó de estudiar Ingeniería en Conectividad y Redes a finales del 2018. Cuando recientemente había cumplido 23 años, el aquel entonces joven estudiante decidió acceder al Crédito con Aval del Estado en el Banco Scotiabank para poder pagar su educación superior. Una vez transcurridos los 18 meses después de egresado, Jaime comenzó a recibir los cobros de las primeras cuotas del CAE.
“En un principio, cuando tú firmas el contrato del CAE, nunca te imaginas con lo que te vas a encontrar al final. Yo, en mi oportunidad, leí bien el contrato que firmé con el banco, y en ninguna parte te dice que cuando tú termines de estudiar vas a terminar pagando casi el doble de lo que pediste de crédito. Es un crédito básicamente disfrazado como crédito de consumo, que prácticamente la mitad de lo que tú vas a pagar van a ser solamente intereses”, declaró Jaime Casanova.
Además, Casanova argumentó que el cobro mensual, sumado a los extensos intereses, terminan por ratificar, bajo su punto de vista, la deuda como “un robo, más aún cuando te dividen las 240 cuotas a 20 años en UF. A todos nos cuesta plata del bolsillo pagar los estudios. Por ese lado, yo quise asesorarme con ustedes y logré hacer la prescripción. Yo sé que la deuda queda en la Tesorería General de la República, y la devolución de impuestos se va a retener. Ojalá en un futuro se pueda eliminar eso”.
El ingeniero reconoció que por su juventud, al momento de acceder al crédito, no averiguó lo suficiente, ya que “nunca me enteré de que tomando ese crédito iba a terminar pagando casi el doble de lo que pedí en mi carrera para estudiar. De ahí empecé a averiguar y, de repente, en una publicación en Facebook vi el tema de la página de Defensa Educación. Empecé a averiguar de qué se trata”.
SU EXPERIENCIA CON DEFENSA EDUCACIÓN
Jaime Casanova contó que comenzó el proceso junto a Defensa Educación en el año 2020, en plena pandemia mundial por el Coronavirus, por lo que su sucesión fue más extensa de lo normal, ya que la infección aplazó todos los procesos judiciales. Finalmente, luego de los tres años que duró el procedimiento para la prescripción de la deuda, la larga historia tuvo un final feliz.
Cuando recibió el correo del fin de su causa, liberándose de pagar $9.800.470 al Banco Scotiabank, Jaime sintió una importante gratificación. “Por un lado, gratificante por el tema de que no vas a tener que pagar casi el doble de lo que tú pediste prestado para estudiar. Yo no soy de decir ‘quiero liberarme para no pagar’. Si hubiera sido un crédito estudiantil que hubiera sido acorde al préstamo que yo pedí para estudiar, está bien, yo lo pago, pero yo no estoy dispuesto a pagar dos veces la carrera”, remarcó.
Tras esto, Jaime Casanova comentó que, sin duda alguna, recomendaría el trabajo de Defensa Educación para poner fin a la deuda educacional. “El estudio es bien serio con todos los procesos. Yo, por lo menos, cuando empecé nunca tuve problemas, todas las dudas que tuve me las aclararon por correo, y no se demoraban más de 24 horas en responder”, agradeció el ingeniero.
“La terminología que usan, cuando tú vas a la página del poder judicial, en todos los documentos que te van quedando en el historial, los lees y es bien difícil interpretar lo que dice, porque usan términos bien complejos que a veces no entiendes. Es ahí donde me asesoraba con ustedes. Los procuradores, que van a presentar la prescripción, un siete. Nunca tuve problemas las veces que ellos se presentaron cuando tienes que ir a la notaría a firmar los documentos”, complementó.
Finalmente, Jaime Casanova recordó que, en el último semestre de su carrera universitaria, se confirmó el inicio de la gratuidad. Sin embargo, también cuestionó y criticó a los Créditos con Aval del Estado, Corfo y Fondo Solidario, ya que “son muy castigadores al momento que tú quieres pagar, porque las tasas de intereses son demasiadas altas, no tiene sentido. Ahí, como dice Juan Pablo Rojas, nos vendieron a la banca, y sálvense quien pueda”.