El pasado 13 de agosto, Argentina vivió una tensa jornada de elecciones primarias. Para sorpresa de todos, Javier Milei y su agrupación ‘La Libertad Avanza’ lideraron la carrera presidencial con más del 30% de los sufragios.

Con estos resultados, Milei llegará como favorito a las elecciones generales del próximo 22 de octubre. Competirá por el sillón presidencial junto a Patricia Bullrich (Juntos por el cambio) y Sergio Massa (Oficialismo), quien es actual ministro de Economía en Argentina.

En su campaña, con dichos que provocaron indignación en parte de la población trasandina, el candidato de Libertad Avanza detalló que permitiría la libre venta de armas de fuego e incluso de órganos humanos. Además, confirmó su oposición a la legalización del aborto y a la educación en temas de género e identidad en escuelas públicas.

¿QUÉ PASA CON LA EDUCACIÓN?

En caso de que Javier Milei sea electo como nuevo Presidente de Argentina, el próximo 22 de octubre, su programa de educación buscará cambiar radicalmente a lo que actualmente se vive en el país vecino, ya que su principal medida será decretar una educación pagada y no obligatoria.

Además, el candidato implementará un sistema de “voucher”, lo que permitirá a cada estudiante, junto a sus familias, decidir a qué colegio ingresará, pagando el valor correspondiente y sin tener la obligación de asistir con regularidad. Este sistema buscará financiar la demanda (los alumnos) en lugar de la oferta (las escuelas).

“El sistema de la obligación no funciona. Si querés estudiar, vas a tener un voucher y vas a poder estudiar. Se toma el dinero que recauda el Estado para esto y se divide entre los niños en edad escolar y se le da un voucher a los padres, para que ellos escojan el colegio que desean para sus hijos”, señaló Milei en una de sus entrevistas durante su campaña presidencial.

En simples palabras, esto quiere decir que los estudiantes son los que recibirán el dinero destinado a la educación, dinero que además fue recaudado por el Estado a través de los impuestos. El total del presupuesto se divide entre los niños en edad escolar, lo que determinará el valor de cada voucher escolar. Este “ticket” será recibido por las familias con la finalidad de decidir cuál será la mejor institución escolar para enviar a los hijos.

Este método forzará una “competencia” entre las instituciones escolares para atraer a la mayor cantidad de familias, y así lograr más inscripción de jóvenes estudiantes. Lógicamente, las opciones serán estudiar en la educación pública, en una institución privada o simplemente no estudiar. “¿Vos querés obligar a un ser humano a que haga algo? No les está yendo muy bien con la obligatoriedad porque la gente va dejando en el camino. El sistema de la obligación no funciona”, aseguró el candidato a presidente.

Para contextualizar, en nuestro país se comenzó a utilizar este sistema educativo durante la dictadura de Augusto Pinochet. Hasta hoy, cada alumno postula, vía pruebas de selección u otros métodos, a la universidad estatal o privada que desea estudiar, mismo caso que en los colegios para la educación básica. Una vez “aceptado” en las diferentes casas de estudio, el alumno procede a pagar los dineros correspondientes. Eso sí, esto intensificó la segregación cultural en perjuicio de los sectores más empobrecidos. Ante esto, en Argentina ya hablan de “chilenizar” la educación en caso de que Javier Milei sea electo como nuevo Presidente del país vecino.

Pablo Muñoz y Amaia Redondo, en su libro “Desigualdad y logro académico en Chile (2013)” explican que este sistema “comenzó un masivo ingreso de escuelas privadas subvencionadas, cuya participación en el total de matrículas aumentó del 30% en 1986 al 48% en 2008”. Esto provocó que, durante la época de los 90, 31 escuelas municipales decidieron cerrar sus puertas. Por otra parte, la otra cara de la moneda mostró la creación de 523 nuevas escuelas particulares subvencionadas y 310 particulares pagas, según el “Análisis comparado de sostenedores de educación pública (2011)”, estudio realizado por Jaime Mansilla.

Cabe mencionar que, en el caso de Chile, los resultados en las pruebas y evaluaciones internacionales lo posicionan como líder en la región en materia de educación, pero aún se mantiene la evidente diferencia educacional, y evidentemente social, en la educación. Sin embargo, Suecia, que también utiliza este método de estudio, y según la última edición del informe Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos (PISA) en 2018, estuvo entre los diez Estados mejor situados y en el top cinco de Europa.

“En el caso chileno no está claro que el modelo haya sido exitoso. De hecho, hay evidencia muy mixta al respecto. Lo que sí está un poco más claro es que hubo un gran incremento de la segregación. Los mejores estudiantes de escuelas públicas terminan yendo a las escuelas privadas”, advirtió Martín De Simone, especialista en educación del Banco Mundial, en conversación con infobae.com.

¿Qué te parece el nuevo sistema de educación que busca implementar el máximo candidato a Presidente de Argentina?