Los rectores del Consorcio de Universidades Estatales de Chile (CUECH) destacaron la intención de poner fin al CAE y reemplazarlo por el FES, pero advirtieron que hay varios puntos que, eventualmente, podría generar un quiebre importante en la Educación Superior.
Una de las principales críticas de los rectores es que se podría consolidar un modelo de subsidio a la demanda que desconoce el impacto social de la educación y las necesarias distinciones entre los diferentes tipos de instituciones adscritas al sistema, según la Universidad de Chile.
“Aunque el proyecto contiene elementos muy valorables, si no se complementa con otras iniciativas arriesga diluir la diferencia entre universidad privadas y públicas, comprometiendo la capacidad de estas últimas para cumplir con los mandatos específicos”, declaró Osvaldo Corrales, rector de la Universidad de Valparaíso.
“Las universidades estatales estamos llenas de restricciones para crecer y competir en igualdad de condiciones con las universidades privadas, que tienen, al contrario, mínimas regulaciones, pero al final del día reciben el 70% de los recursos públicos que destina el Estado a la educación superior”, comentó Benito Umaña, rector de la Universidad del Bío-Bío.
Otro de los énfasis a corregir es el marco de referencia de los aranceles regulados, ofrecer el aporte familiar a través de copago, la sobre regulación, la manera en que el Gobierno ofrecerá recursos para el correcto funcionamiento del sistema y las políticas que fortalecerá la educación superior pública.