Jean Poblete egresó de cuarto medio en 2009, decidido a estudiar Ingeniería Eléctrica con mención en potencia. En 2011, acudió al Banco Itaú para firmar el Crédito con Aval del Estado (CAE) y, posteriormente, se matriculó en Inacap. En junio de 2015, egresó de la carrera, momento en el que el CAE comenzó a formar parte de su vida.
“Yo provengo de una familia humilde. Soy nacido y criado en La Pintana, mis padres son feriantes, por lo tanto, monetariamente no daba para que ellos me pudieran pagar los estudios. Yo de todas formas trabajaba y estudiaba, un poco para apoyar, bueno más que un poco, principalmente para ayudar en la casa. Las lucas no alcanzaban para poder costear la carrera, cualquier monto es elevado cuando las condiciones no son favorables para uno económicamente”, explicó Jean.
Jean Poblete relató que nunca comprendió plenamente la magnitud de firmar el CAE, en parte porque se convirtió en el primer profesional de su familia. Según sus propias palabras, su desconocimiento sobre créditos lo llevó a no entender del todo lo que implicaba el compromiso asumido. Fue recién en 2017, cuando recibió una carta de aviso de embargo, que tomó verdadera conciencia de la situación.
“Previo a eso no recibí ningún contacto, por ejemplo, para pagar la primera cuota, no te miento, se fue mi cabeza complemente en qué banco incluso estaba, no tenía un seguimiento tan al callo, y solamente me entero cuando llegan cartas de aviso de embargo a la casa que existía esta deuda, entonces hubo mucha ignorancia desde un inicio en algo que tú pensabas que era una ayuda y que durante muchos años fue un martirio más que ayuda”, detalló JP.
Ante esta situación, y tras un par de años, Jean dejó de pagar el CAE por completo, llegando incluso a olvidarse del crédito. Un día, mientras conversaba con un amigo cuya pareja estudiaba Derecho, este le comentó que en seis meses podría iniciar el proceso de prescripción, ya que habían transcurrido más de cuatro años desde que dejó de cumplir con los pagos.
“Cuando ya se cumplieron los 5 años exactamente, empecé a buscar testimonios y llegué a ustedes, si no me equivoco fue por Facebook incluso, y habían muchas conversaciones de este tipo, en donde se vió muy creíble, me dio el pie y la confianza para hacer un contacto inicial. Me explicaron bien claramente de qué se trataba, como podíamos llegar a esto, incluso te advierten desde el principio como filtro, si mi caso es accesible o no, y te dan todas las directrices a seguir”, agradeció Jean.
El profesional del área eléctrica destacó el precio accesible que pagó por el servicio ofrecido por Defensa Educación, considerando el gran beneficio de liberarse del Crédito con Aval del Estado. En su caso, la deuda ascendía a $10.953.400 con el Banco Itaú Corpbanca. Jean recuerda con claridad el momento en que recibió el correo con la esperada confirmación.
“Sí, la verdad estábamos en mi casa, estábamos con mi pareja conversando cosas de la vida. Yo estaba bien atento al correo porque, dentro de todo, fui bien intruso en temas de seguimiento. Destacar que no es un proceso corto, pero tienes ese ansia cierto de en el fondo quitarte esa mochila financiera. Si bien, por nuevas leyes no te estaban afectando tanto cuando ya saliste de Dicom, porque viví muchos años en Dicom en el proceso hasta que salió esta Ley. Pero como te digo, una alegría inmensa, un alivio, un alivio incluso más que una alegría”, comentó Jean.
Jean señala que, con frecuencia, se malinterpreta la intención de los exdeudores del CAE, ya que se asume que no pagan el crédito simplemente porque no quieren hacerlo. Sin embargo, según explica Poblete, la situación va más allá de esa percepción.
“Yo incluso intenté contactar al banco porque me hubiese gustado pagar, pero el precio justo idealmente. Mi carrera tenía un costo de 7 millones y medio si yo pagaba al contado en su momento, por los 4 o 5 años que duró la carrera, y cuando me llega la primera carta veo que el monto era de 23 millones aproximadamente, sumando cierto lo que cubre el banco más lo que es el aval del Estado”, explicó Jean.
Finalmente, Jean Poblete no duda en expresar su satisfacción con Defensa Educación por haberlo liberado del CAE. Destaca especialmente la rapidez y constancia con la que atendieron sus dudas durante el desarrollo de su caso, independientemente del tiempo que tomó obtener la sentencia.
“Si bien, como te dije, es un proceso lento, pero te mantienen bien al tanto por lo menos cuando tú estás encima. Informar a quienes puedan tomar esto de que no se asusten, de repente hay pequeños cobros por trámites notariales que deben hacerse, de los cuales se encargan ustedes justamente para que nosotros no estemos perdiendo el tiempo, siendo que ustedes son los que están tomando el caso y, como le digo, no es exagerado para nada, es muy acorde y mejor muchas veces, muchos casos de lo que uno espera de este tipo, así que muy agradecido”, dijo Jean Poblete.
Por último, Jean comenta que ha recomendado el estudio jurídico a su círculo cercano de amigos, animándolos a liberarse de la eterna deuda adquirida por acceder a la Educación Superior.
“Esto es una inversión más que un gasto, es una inversión a mediano y largo plazo. Hay que aprovecharlo, es una buena instancia para quienes por muchos años nos vimos afligidos por ese estigma de que no quieres pagar, de que eres profesional y no puedes pagar esto, no saben muchas veces la historia detrás de uno en todo esto. Denle con todo, atrévanse y se puede, acá puedo dar fe directamente de que es así”, finalizó.