Defensa Educación al rescate: Javiera Espinoza se desligó de una deuda CAE de $16.327.028

La ingeniera en Prevención de Riesgos estudió en dos instituciones diferentes, por lo que ambas deudas sumaban más de $16 millones.

Javier Espinoza vive en Quilpué, zona que hace algunas semanas fue brutalmente azotada por los graves incendios forestales. Para tranquilidad de todos, Javiera no sufrió las consecuencias, pero sí amigos afectados que lo perdieron prácticamente todo.

Al comenzar su relato, que se centrará en su relación con el Crédito con Aval del Estado (CAE) y su asesoría con Defensa Educación, Javiera recuerda que fue el año 2009 cuando solicitó el CAE en compañía de su madre, quien fue su apoderada en la firma.

La petición del crédito fue para estudiar Fonoaudiología en la Universidad Viña del Mar, carrera que no terminó y que decidió abandonar al tercer año. Luego, se matriculó en el DUOC de Valparaíso para estudiar Ingeniería en Prevención de Riesgo, carrera que sí terminó, pero también con CAE.

Netamente por temas económicos. Sin ese beneficio, entre comillas, no podía acceder a los estudios, que era una carrera bastante cara, una universidad privada, entonces era como la única opción”, dice Javiera.

Javiera complementa explicando que su familia era de clase media baja, pese a que sus padres ya tenían casa propia. Por esto, no pudo acceder a beneficios otorgados por el Gobierno. Ante esta situación, y al verse imposibilitada con pagar la Universidad, decidió obtener el CAE.

Al principio uno estudia tranquilo, porque tienes que terminar la carrera y ahí estás bacán. Pero yo sabía que titulándome iban a pasar un par de años y, aunque yo tuviera o no trabajo, igual me iban a empezar a cobrar. Siempre estuve con ese pensamiento, pero había que hacerlo, como que uno se resigna un poco, porque es la única opción que tienes en ese minuto para optar a un título universitario”, expresa Javiera.

CONOCIÓ A DEFENSA EDUCACIÓN EN PLENO CARRETE

Logrando un gracioso momento en el relato, Javiera reconoce que conoció a Defensa Educación mientras compartía algo para beber junto a un grupo de amigas, y especialmente con una prima. Fue su familiar, en medio de una conversación sobre las injusticias del CAE, quien le recomendó asesorarse con el Estudio Jurídico.

Ahí mi prima me contó que estaba asesorándose con ustedes. Ahí me entró el bicho. Al principio, igual con un poco de desconfianza, porque uno no sabe, a lo mejor son estafas o cosas así. Después, mi hermano también lo hizo, y ahí me terminé de convencer porque en el fondo resultó”, admite Javiera.

Luego de obtener la primera asesoría, y decidirse por contratar el servicio, Javiera Espinoza se liberó de pagar $16.327.028 al Banco Scotiabank. El proceso fue largo, duró cerca de dos años e incluso un poco más, pero el resultado fue positivo.

En ese momento, Javiera admite que sintió “alivio. Al fin funcionó y todo bien. En palabras simples fue un alivio; al fin salí de esto. Un renacer. Sentí el peso más liviano. Ya estudié, saqué mi carrera y este peso de la deuda ya no está”.

¿RECOMIENDAS DEFENSA EDUCACIÓN?

Javiera no tiene duda alguna al momento de recomendar Defensa Educación. “De hecho, los he recomendado. En este minuto me acuerdo de dos personas que me comentaron lo mismo, y yo también les conté, así como ‘me estoy asesorando con estas personas, está súper entrete porque son super claros”, y les mandé la página. Una amiga y una conocida también están asesorándose con ustedes”.

Javiera cuenta que en todo momento se sintió tranquila, nunca sintió preocupación alguna. Agradece la claridad con la que se explicaban los procedimientos, así como también la fluidez que presentaba el equipo al momento de recibir el pago de las mensualidades.

Desde el minuto uno, en que yo me contacté con ustedes, fueron super amables al momento de responder, súper rápido, cualquier duda te la responden al momento, no te dejan el visto. La abogada que te asignan también, uno tiene contacto con ellos por WhatsApp, todo es bastante claro y bastante rápido. Se nota el compromiso que tienen ustedes, porque lo publican en Instagram cómo trabajan, cómo son. Todo lo que publican ustedes es real, es tal cual como ustedes lo publican”, agradece Javiera.

De la misma forma, Javiera cuenta que no tuvo malas experiencias en el periodo que duró su procedimiento. Es más, cuando se tenía que acercar a las notarías para trámites especiales, recibía previamente todas las indicaciones para tener un papeleo expedito en las instituciones notariales.

Es por esto que Javiera no pierde la oportunidad para agradecer su asesoría con Defensa Educación. “Mi experiencia con ustedes fue súper bacan, no tengo nada malo que decir, no tuve ninguna mala experiencia. En el fondo hay una clienta feliz y satisfecha con el servicio. Ojalá que todos se pudieran asesorar con ustedes, sin miedo”, expresa con felicidad.

“LA EDUCACIÓN ES UN DERECHO”

Javiera culmina su testimonio con una importante reflexión, donde destaca nuevamente que la educación es un derecho, criticando las condiciones en las que se entrega el Crédito con Aval del Estado.

No te lo puedo definir desde el punto de vista político, ni nada de eso, porque yo ahí no me meto. La educación es un derecho, así de simple. Es un derecho para todas las personas, y no te pueden estar esclavizando, haciéndote pagar tanta plata, por algo que es un derecho, no es un lujo, no es comprarse un auto de lujo, es un derecho.

La joven quilpueina remarca que “todos tenemos derecho a estudiar, a crecer profesionalmente para optar a una vida quizás mucho mejor a la que nos pudieron dar nuestros padres, pero no por eso tienen el derecho de robarnos tanto dinero. Yo encuentro que está pésimo el tema del CAE, no debería existir”.

Javiera reconoce que no es partidaria de la educación totalmente gratuita, pero que le cambiaría el nombre al Crédito con Aval del Estado, también sus condiciones, para que sea más accesible para aquellos que no pueden pagar la Universidad por problemas económicos.

Al decir crédito, ya es como palabras mayores, como que le estás pagando a una entidad privada. Quizás pagar lo justo, como uno paga una mensualidad en un colegio, porque tienen que tener ingresos como institución, pero no estos cobros brutales que nos hacen, son super sinvergüenzas, más encima van subiendo descaradamente, cada vez es más descarado el tema. Es super injusto, yo estoy en contra de eso”, explica Javiera.

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